SÁBADO 7 DE JULIO 2012
En la habitación 207 de un hotel que
curiosamente se llama “Gran Plaza” donde hace un calor
insoportable que no me deja conciliar el sueño decido ponerme a
escribir a ver si eso me ayuda. Se supone que pagué por aire
acondicionado pero lo único que tengo es el ruido del compresor y el
que hacen las gotas de agua que caen del techo en el cuarto de baño.
También se oyen los gritos de un bebé y hasta hace poco el jaleo de
unas personas que, a pesar de la hora, parecían estar de fiesta en
la escalera.
Llegué al aeropuerto Indira Gandi en
Delhi sobre las 14 hs. Los policias de la aduana me exigían dar una
dirección de estancia en la India que no tengo. Finalmente un
superior ha autorizado mi entrada, despuès me dirijo con Sim a la
cinta para recoger la mochila. Es un jóven que apareta tener 25
años. Lo conocí haciendo cola para usar el retrete en al avión y
supe que al llegar iría a Chandigar o Patiala. Así que acordamos
hacer el viaje juntos lo que para mí ha sido de una ayuda impagable.
El recorrido en el ricksaw por las
calles de Delhi es inefable, pero por usar un adjetivo diría que es
demencial. Somos cuatro más el equipaje en el destartalado motocarro
que compite contra ciclistas, peatones, coches y autobuses en ganar
cinco centímetros de calle; a veces otros rickshwas vienen a contra
mano. Todos suenan las bocinas y se gritan. Los peatones también
participan jugándose la vida por cruzar la calle. Durante unos
minutos nos quedamos atascados y nadie avanza. Un chaval de unos doce
años con el brazo izquierdo recién amputado, aún se ve la herida
porque la venda la puso alguien de mala gana, aprovecha para pedir
dinero. Sim le da un billete de 20 rupias (10 cent + ó -) y de
nuevo nos ponemos en marcha. Casi golpeamos a un par de peatones que
finalmente evitan el contacto con un giro de hombros y con un
desplante torero. Ambos se insultan gritando pero lo justo para
seguir cada unos su camino.
Llegamos al despacho del taxi y Sim
paga 3.500 rupias, nos dan un papel como factura. En teoría solo
era para nosotros pero después el taxista recogería a dos personas
más. La tímida reclamación de Sim no preocupó al conductor lo más
mínimo. Antes de salir el conductor trata de arreglar el vehículo y
mientras hago algunas fotos. La tarde se oscurece de manera súbita,
un viento seco levanta una polvareda como si salirea de un desierto.
Segundos después el diluvio, afortunadamente hemos subido al coche
a tiempo, aunque por el techo se cuela un chorrito de agua que
agradezco porque me da fresquito. El conductor maneja el volante con
una mano y con la otra trata de limpiar el cristal que debido al
calor y a la humedad queda opaco, también mis gafas, casi no puedo
ver.
En la calle el caos ahora es total,
todo se acelera pero nada cambia. Unos niños descalzos y
semidesnudos brabuconean contra el agua que cae del cielo como aquel
día entrando en Londres. Los mendigos de la acera siguen en la acera
y una pareja jóven sentados en cuclillas en la mediana de la
carretera se cubre la cabeza con un trapito me fijo es sus caras,
ella es guapa y sonrie, parecen enamorados y felices.
Por mi parte empiezo a estar muy
agobiado. El taxista se mete a contramano en una avenida amplia que
queda inundada en los minutos que nos cuesta avanzar un metro. Un
ciclista de rickshaw delgado y fibroso pedalea en el inmenso charco
sin pestañear ante lo que cae mientras el cliente se proteje bajo el
toldillo del “vehículo”. Nuestro taxista cambia de dirección
varias veces y nos deja claro que no tiene ni idea de por dónde hay
que tirar. Baja la ventanilla y pregunta a los conductores de al
lado. En este momento comienzo a pensar qué es lo que hago yo aquí
y lo que más me preocupa es si llegaremos a tiempo a Patiala para
tener un hotel.
Ánimo Manuel, esas cosas que ahora te agobian pronto comenzarán a ser habituales y podrás descubrir otras maravillas que allí existen.¿Ya te ha acompañado el monsson?Pronto ha llegado este año. Mucha suerte en tu camino.
ResponderEliminarGracias Charo, espero que nos veamos a la vuelta para charlar un rato. Namasté
ResponderEliminarSi desorden hay aquí ya nos cuentas allí. Por cierto, muchas rupias son esas. Un abrazo, Casilda.
ResponderEliminarWelcome India!!
ResponderEliminarNamaste Manuel, mi nombre es Mercedes y soy prima de Charo Casasola. Unas palabras de ánimo. India es el mejor lugar del mundo para dejar que la vida te sorprenda. Relájate y disfrutala.
Si vas a visitar Ajmer y Jaipur (para mí no merece la pena la estancia en esta mastodontica ciudad), no dejes de visitar Puskhar. Maravillosa y sagrada ciudad de Puskhar. La puesta de sol en el lago donde reposan las cenizas de Gandhi bien merecen un viaje a India. Allí puedes alojarte en un hotel propiedad de una chica israelíta y su pareja hindi. Tienen además un restaurante que se llama Blue Star. Fantástico y de total garantía. Después puedes visitar a un personaje genial de la ciudad, mi amigo Mami. Le encuentras en el pequeño hotel restaurante llamado Doctor Alone,en pleno centro. Relax total. Dile que conoces a la chica española que le regaló su abanico y pidele que te enseñe sus trabajos. de alucine.
Como verás... añoro India.
Namaste, y que encuentres felicidad en esas tierras.
Hola Mercedes, gracias por tus recomendaciones. De momento no está en mi plan Puskhar. De todas maneras me salen dos ciudades diferentes en g map. ¿Cuál es el estado? ¿de qué ciudad está cerca? De regreso a Delhi tendré varios días y quizás sería posible. Si no te importa dame tu email y estaremos en contacto. Namasté
EliminarPushkar está en Rajastán, junto a Ajmer y camino de Jaipur (en el triángulo Jodhpur, Udaipur, Jaipur). Antes de volver a España suelo pasar mis últimos días en Pushkar y me desplazo hasta el aeropuerto de Delhi en taxi. No es complicado si sales con tiempo suficiente. También puedes ir en taxi desde Pushkar a Jaipur y de allí el autobus VOLVO hasta Delhi.
EliminarMi correo es merce.mrc@gmail.com
Namaste
Namaste Manuel, ya veo que has entrado de pleno en tu cita con la India, y por lo que cuentas es muy diferente a tu anterior viaje a "Australia". ya ves Colon pensó que había llegado a la India,si así hubiera sido..........
ResponderEliminarMucho ánimo hermano, no desesperes y cunado puedas dime, que significa NAMASTAE ??????????
ABRAZO ENORME Y besos delas niñas y Chus.
Namasté es un saludo para recibir o para despedirse, es una muestra de respeto y consideración también se usa namaská, al decirlo se juntan las manos sobre el pecho con los dedos hacia arriba y se inclina un poco la cabeza, se suele repetir varias veces.
EliminarContarle a las niñas dónde estoy y enseñárle las fotos, muchos besos "de tito Molo"
Namasté TIO MOLO, Impresionante narración y preciosas fotos. Que barbaridad, leyendo tus comentarios con tu conocido, mientras comÍas, visitabas su clÍnica o cuando paseabas en las vespa, por cierto quien te lo dirÍa UNA VESPA, he olido la salsa del pollo, oído el sollozo del niño herido y hasta me he apartado de lo que parecía un atropello seguro.
ResponderEliminarLas fotos..... las he visto al menos dos veces, que edificios... majestuosos... que señores con turbante el de la lanza ¿un soldado? los niños el mercado las especies............... que decir. por cierto lo del turbante lo tienes que practicar más.
No pares en tu esfuerzo, que experiencia y que huevos tienes tío !!!!!!
Un abrazo enorme y mucho ánimo.
turmano jmsc
Cuando lees lo que has escrito te situas en esos libros de la India que siempre te dejan un contraste se sentimientos. Ya que estás ahí: disfruta. ¡Todo viaje tiene sus encantos!
ResponderEliminarUn abrazo y que vuelvas feliz
Pilar
Namasté querido Manolo. Te leo y me creo que estoy ante un best-seller de Antonio Muñoz Molina o Juan José Millás. Magnífica descripción de los avatares previsibles que cobran una fuerza especial cuando se viven en la realidad. Te deseo lo mejor y que te cuides. La experiencia seguro será inolvidable y la iremos siguiendo desde aquí. No te olvides que tienes guardia de recreo este jueves, no sea que te llamen la atención, jajaajajaj. Bueno, disfruta amigo. Estamos contigo. No se te vaya a ocurrir pedir un montaíto de ternera en los bares indios. Un fuerte abrazo, Ismael
ResponderEliminarÁnimo y "pa lante". Estoy seguro que lo disfrutas y lo vives auténticamente. Es un punto de inflexión, un "antes" y un "después". Las cosas no volverán a verse igual.
ResponderEliminarTe envidio por tu valor y tu arrojo. Yo sólo puede ver por tus ojos y sentir por tus palabras. Gracias. JR.
Un abrazo desde el lejano sur de Andalucía y junto a otra "colonia británica" (esta aún dando lata...)como es Gibraltar.¡DISFRUTA Y APRENDE!.Besos.
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