El camino de regreso a Christchurch lo hicimos por las montañas donde alguien quería conservar "mi tesoooro", y allí estaba escondido mi segundo invierno esperando para ofrecerme su cálida nieve, nos dimos un abrazo y continuamos el viaje. Esta parte de la Isla es muy húmeda, pero pasada la zona montañosa el clima se vuelve seco, las nubes desaparecen y con su ausencia el paisaje pierde los árboles. Una pequeña cascada formada por un brusco earthquake nos sirve de excusa para descansar un poco. Al llegar a casa hice un tortilla de patatas que no me atrevo llamar de española porque fue un desastre; en mi descargo diré que tuve que utlizar una sartén de acero inoxidable y el huevo se quedó pegado al fondo. Sí claro... pero yo no lo sabía, ahora sí. VER TODAS LAS FOTOS DE LA ENTRADA
Te había escrito acerca de la envidia que me despierta verte envuelto en un manto de nieve, y aquí asfixiados de calor. Y te emplazo para que, a la vuelta,nos cuentes tus aventuras alrededor de una buena tortilla de patatas y una "cruzcampo" fresquita.
ResponderEliminarUn beso,...y te seguiré
Cool cousin, very cool!!!!!
ResponderEliminarQué bonito esto de otro invierno, no? Hombre para mi es muy bonito pero agradable agradable prefiero otra cosa!!
ResponderEliminarYa veo que estás pasándotelo muy bien, no?
Me alegro, y nada, que sigas tu aventura con mucha suerte.
Un saludo desde España de tu amiga Delia
Ay Manolo, ¡que caprichosa es la naturaleza!. Con la "caló" que hace en tu apreciada Estepa.
ResponderEliminarMe encanta seguir tu aventura, eh? ánimo.
Saludos de José y de Epi.