sábado, 21 de julio de 2012

JODHPUR



Me sentí con fuerzas de recuperar la carretera, intuí que el dolor me daría un respiro y además me vendría bien acercarme a Delhi. No iré a Mont Abu ni a Udaipur, tendría que bajar más al sur. Así que nos pusimos runbo a Joshpur. El paisaje se fue transformado, las huertas y la tierra labrada color rojizo esperando simiente se hace más hospitalario que el amarilllo del desierto. La ciudad tiene más de un millón de habitantes, así que el caos es monumental. Preguntando por aquí y por allá, la cartelería es escasísima, conseguimos encontrar el acceso al fuerte que se alza en lo alto de una colina; aunque aún lejos la vista muestra un edificio imponente. Al interior solo se accede andando y hay que pasar cuatro puertas precedidas de calles en rampas inclinadísimas y con curvas imposibles, especialmente diseñadas para dificultar ser atacados. Contra el ataque con elefantes, una de las puertas es especialmente estrecha, curva cerradísima para que no puedan coger carrera precedida de mucha inclinación y enormes clavos de punta sobre la altura donde estos colpearían.
Actualmente la fortaleza de Mehrangarh es la residencia del Rajá y su familia, en otro tiempo señor feudal, dueño de todas las tierras y bienes de la región y actualmente un ciudadano más que ocupa su tiempo en gestionar esta impresionante fortaleza. La visita está muy bien organizada con audio guías en todos los idiomas, incluido el Castellano. Durante el recorrido me llamó la atención que aunque el consumo de opio es ilegal se usó y se sigue usando por cuestiones de tradición y es imprescindible en toda clase de ceremonias sociales, especialmente en los casamientos donde las familias lo consumen en un ritual como signo para fortalecer los vínculos.


Parte de mi mejoría se la debo a la Buscapina que me dieron en Jaisalmer Sara, Anna y Silvia. Son tres jóvenes maestras de Cataluña que también están en su aventura India. Fueron muy atentas conmigo y antes de despedirnos me dieron su itinerario con los hoteles y sus datos de contacto para prestarme ayuda si llegara el caso. ¡Qué me gusta Cataluña!
Una vez terminada la visita y sin saber muy bien por qué pero quizás porque la ciudad me pareció poco acogedora decidí hacer más kilómetros, tratar de alcanzar Ajmer y eventualmente buscar alojamiento en Pushkar. Llegamos muy tarde y después de varios sustos; casi atropellamos a una mujer que se nos cruzó de noche en una curva cerradísima y al coger un atajo nos metimos en un camino de tierra con enormes charcos de agua de profundidad desafiante; lo último fue cuando tuvimos que pasar por debajo de un pasadizo en el que el coche casi se queda encajado. El chofer me explicó en Indi señalando la última falange de su dedo meñique que habíamos pasado por el pelo de una gamba. Ya lo dijo el sabio de Conil “donde jaiga camino no cojas trocha”.

3 comentarios:

  1. Bueno bueno..... por lo visto estás bastante mejor. Me alegro por ti y por tus lectores, los que te seguimos dia a día y los que lo leeran después. Evidentemente nos gusta Cataluya !!!! XAVI, PUYOL, BUSQUET Y SHAKIRA.... DIGO PIQUÉ.
    MANUEL, ya te digo que no abuses y descansa.

    abrazo enorme !!!

    Namasté

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  2. Ohh!!! Me alegro de que te encuentres mucho mejor!!!!! A seguir con tu viaje y disfrutando al maximo!!!!

    Espero verte pronto en Sevilla ;)

    Sara

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  3. Ya se intuye tu mejoría. Me alegra.
    Namaste

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