jueves, 12 de julio de 2012

MC LEOD GANJ to PATIALA



No es la luz la que anuncia el amanecer sino el canto de los gorriones, su jaleo es una forma de estimularse y darse ánimos para salir rápidos en busca de alimento. Poco después los primeros rayos de sol comienzan a iluminar de manera indirecta, las montañas del Himalaya no les permiten fácilmente tomar el control del paisaje. Tumbado en la cama comienzo a despertar pero es muy temprano a pesar de la luz, aquí no existe la manipulación de los horarios como en Europa y cada mañana hay tiempo para volver a recuperar el sueño de manera suave y placentera antes de comenzar la jornada. La ventana no tiene cristales, solo una redecilla anti mosquitos con algunos agujeros que ellos conocen a la perfección. ¿quién les dio el plano? También pasa el fresquito de la montaña que me ayuda a ir espabilando. Poco después se oyen los cantos de otro tipo de pájaros con un trino hermoso más parecido a los jilgueros, lo hacen como respetándose el turno, parece que se escuchasen unos a otros. Uno va despertando poco a poco y cuando se abandona la cama es completamente de día. No necesito el despertador para comenzar temprano y ponerme en ruta. En Sevilla me gusta que el despertador suene en dos momentos, con el primero sé que debo despertarme pero no lo hago y veinte minutos después me llama el segundo que resulta inapelable, aún así la mayoría de los días te levantas de noche. No sé a quién beneficia estas prisas en levantarnos antes de que sea de día pero a mí me parece una putada. Yo propondría una resistencia pasiva y no violenta contra nuestro sistema horario. Vamos, que propongo en concreto quedarse en la cama hasta que amanezca, ser jilgueros y no gorriones. Así de paso nos entenderíamos mejor, por lo menos estaríamos más despiertos.

Para el regreso a Patiala son más de ocho horas por diferentes carreteras, algunas caminos de tierra. Pero como sé que esto es lo que toca, le voy diciendo al taxista que pare cada vez que veo alguna posible foto. Unas veces son monos, otras viajeros, otras los carteles graciosos que llevan escritos los camiones en el remolque, otras las personas que trabajan en el campo o visitan los templos, allí donde veo belleza trato de atraparla con la cámara. Especialmente interesante el templo Sigh de Anandpur  Sahib, curiosamente me han dejado hacer fotos en el interior.
 Mañana estoy invitado aquí en Patiala a una fiesta de pedida de manos; me he comprado una camisa chula para estar un poco presentable, me parece que puede ser más interesante que visitar un templo o un museo y si de paso me entero de algún cotilleo lo cuelgo en el blog del tirón.

5 comentarios:

  1. Namasté Tio Molo, ¿recuerdas cuando te dije que por que no escribias un libro? creo que lo estás consiguioendo, un precioso libro con magníficas ilustraciones que tus ojos ven y que la tecnología nos permite compartir. te ánimo a seguri contando las preciosas historias de tu día a día. Tal como comenta Vicente P. soñamos que te acompañamos en tu viaje.
    Por cierto ¿ tines editor? recuerda que encuadernacion si!!!!!

    Abrazo ENORME !!

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  2. Hola Manolo. ¡Qué pedazo de relato, genial! Como ya vemos, te vas adaptando poco a poco a un país muy diferente al estilo de vida que llevamos los europeos occidentales. Sin embargo, a pesar de las dificultades que pasan, algo agradable tendrán estas ciudades indias. Por lo que hemos podido observar en las fotos, el turbante te sienta fenomenal. ¿No tendrás tú rasgos hindúes?

    Por Sevilla, la calor está apretando durante estos últimos días (algo habitual). Lo que no estamos tan acostumbrados es la madre de todos los recortes posibles. No sabemos como quedará esto. Bueno, que aprendas mucho de los hindúes y te cuides dentro de lo posible.

    Un abrazo, Casilda

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  3. Hola, soy Patri...qué viaje tan interesante por lo que cuentas. Leyendo todo consigues que desde la pantalla del ordenador parezca por momentos que estoy allí.
    Disfruta de lo que te queda y conoce todo lo posible.
    Un abrazo! Patricia

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  4. Hola Patricia, me encanta saber que te gusta el viaje y que lo compartas. Espero que pases un buen verano y que no tengas tantas obligaciones como durante el curso, Besos, Namasté

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  5. Anoche, Lola y yo, conectamos el ordenador a la tele grande del salón y nos pusimos a ver juntos tus historias de viaje, fue lo mejor de la programación nocturna del viernes noche.

    Qué bien verte tan bien, Manuel.

    Un fuerte abrazo de Lola y mío.

    Vicente y Lola
    de Tomares, Sevilla, en el Sur de la vieja y deprimida Europa.

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