Cojo un rickshaw de bicicleta para ir al
templo Sikh de Patiala, es una sensación extraña, me da corte que
otra persona esté pedaleando para llevarme a donde podría ir a pié.
En el camino voy relajado, ya creo conocer el tempo en el que se
mueve el tráfico y no me acojono cuando nadie para al entrar en la
rotonda o cambian de dirección. Me deja justo en el templo pero
antes le digo que pare, hay unas mujeres que hacen collares con
flores naranjas y la foto es preciosa, pero en cuanto que me descubren se quitan del punto de enfoque y solo cojo el testimonio. ¡Esto de
ser reportero es muy duro!
En este templo el ambiente no es tan
intenso como en Amristar. No he desayunado y me compro unas
friturillas de harina, alargadas y crujientes, ya las he comido
otras veces, éstas pican un poco más, pero puede ser la mañana .
Al llegar junto a la entrada unos niños me piden rupias, les ofrezco
de mi comida y nos la vamos comiendo juntos, poco a poco vamos
cogiendo confianza y les hago fotos. Se parten de risa cuando se las
enseño y me piden más. Afortunadamente estamos bajo un toldo porque
se ha puesto a llover que se cae el cielo. Tendré que esperar porque
dejé el impermeable en el hotel. Los niños hacen piruetas, entran y
salen del toldo jugando con la lluvia, van descalzos y el suelo de
mármol facilita el juego... de golpe la situación da un giro, por
un lado los niños jugando por otro he llamado mucho la atención a las personas bajo el toldo, es la entrada al templo junto a la
entrega de zapatos. Un señor mayor, es decir mayor que yo, quiere pegar a los niños así que me pongo delante y se lo impido, casi me
da un palo, habla en hidi y no lo entiendo, pero no voy a dejar que
les pegue, solo están jugando. Alguien me dice que aquello es lugar
sagrado y que hay que mostrar respeto. Le digo que los niños son
sagrados y que hay que tratarlos con respeto. Parece que me gano la
simpatía de la gente y el señor mayor desiste, de todas maneras los
niños dejan de jugar.
Antes de soltar los zapatos un joven me
coloca el turbante al estilo Sikh, no es necesario un estilo en
concreto para entrar en el templo pero es imprescindible tener la
cabeza cubierta. Ya dentro las escenas se repiten como en los
anteriores pero no hay colas y me dejan hacer fotos, el centro del
altar contiene armas, como lanzas, espadas que son símbolo de su
fuerza, valor e independencia. En el estanque hacen genuflexiones y
se mojan los pies y las manos, para terminar lanzando agua sobre la
espalda. El marido de una joven que lleva su hijo en brazos me pide
que les haga una foto, ella es guapísima aunque parece tener los
ojos un poco rojos, yo diría que ha estado llorando. Les enseño la
foto porque sé el efecto que causa y ríen felices. Les propongo
enviárselas, me encantaría que la tuvieran, pero no usan internet,
bueno al menos la foto les ha cambiado el humor.
Para el regreso cojo otro rickshaw, le
enseño la tarjeta del hotel y “arranca” poco a poco. Es un joven
de no más de 25 años y está muy delgado. Por el camino que coje me
parece que se ha equivocado así que se lo digo pero solo habla hindi
y con las manos me explica o eso entiendo que es mejor porque hay
menos tráfico. Lo mejor en la comunicación cuando no te enteras es
suponer lo que te dicen, a veces funciona. Me dice que ya hemos
llegado, es un cuartel del ejército. Le explico al militar de la
puerta a dónde quiero ir y se lo explica al conductor, así que para
atrás, pero dando una vuelta de 180º en una carretera con dos
carriles por sentido. Lo de siempre, los coches pitando, las motos
pitando, rickshaw por todos lados y en medio una vaca, siempre hay una
vaca en medio. Por supuesto todos pasamos y no para nadie, aquí
queda en duda la teoría de la impenetrabilidad de los cuerpos, será
que aquí ya habían descubierto el bosón de Higgs y le saben sacar
provecho.
Una vez que reconozco la zona le digo
que me pare y ya me iré andando, pero me pide 200 rupias y le
discuto, con las manos me parece que dice lo que ya os podéis
imaginar.. en estas que llegan dos chicas que hablan un perfecto
inglés y cuando se enteran del hecho le regañan por abusón, me
dicen que no le dé más de 50 rupias (1 euro), lo que tampoco me
parece así que le doy 100 rupias y queda satisfecho.
He quedado con Sudeep y Shalu para
hacer compras y después me invitan a un té en su casa. Esta vez
Shalu no me pregunta qué quiero, directamente me pone un té hindi,
que va con leche y una pizca de cardomomo y canela; está delicioso.
Antes me había ofrecido agua de la que ellos toman y me dijo que era
saludable. De momento me di cuenta que no era de botella y esta
mañana he comprobado que fue un tremendo error beberla.
A las 20.30 es el “ reception party”,
se trata de una fiesta que ofrece el padre de la novia, en este caso
un día después de la ceremonia nupcial. Ambos son de religión
Hindi y también ambos médicos de profesión. Sudeep me explica que
el 99% de las parejas son de la misma religión y que sería un drama
para los familiares y para ellos mismos si el amor uniese parejas de
diferente religión. Me explica que solo es aceptado cuando se trata
de personas con mucho dinero como artistas de cine o familias muy
influyentes.
Me acerco para hacer unas fotos de la
pareja, ella no parece estar de acuerdo y no se está quieta, que no
sabe que para mí es mucho mejor, cuchichea con el marido y me dice
riendo que no quiere que le haga fotos, yo también rio y le explico
que le van a gustar. Me da permiso si le prometo que no las cuelgo en
internet. Hecho el trato me da su dirección y aprovecho para sacar
más fotos, no las colgaré en internet pero las veremos en casa y os
contaré más cotilleos.
Los camareros han estado pasando canapés
calientes de carne, rollitos de tempura con verduras y carne de
pollo, todo picante. Sudeep siempre me dice que no pican, pero es
mentira. Después de comer varios platos mi boca está insensible y
empiezo a comprender que Sudeep tiene razón, ahora no pican.
Perdona la tontería que te escribí antes, pero no accedí al lugar adecuado para ver tus relatos, los cuales son espléndidos. Me parece que estoy andando de nuevo por las calles de Nueva Delhi.
ResponderEliminarHello friend!
ResponderEliminarSigo disfrutando de tu viaje, de tus historias y sobre todo de tus fotos; es como si estuviera leyendo un libro ilustrado sobre la India.
¡Mira que ibas mentalizado!, pero supongo que es fácil bajar la guardia cuando uno está relajado. Me refiero al tema del agua, pero no te voy a reñir porque ya veo que te riñen bastante por allí y estoy segura de que no lo vas a volver a hacer más.
Por aquí, aparte del calor, nos están dando palos por todos lados, así que para cambiar de aires y olvidarme de las penas, el sábado que viene me voy a la Selva Negra, a ver si mejoro mi alemán que, como están las cosas, me conviene más que saber inglés.
Sígue pasándolo bien. Besos.
Q pasa Manolo!kiyo llevo unos dias empapándome d todo tu blog, pero soy mu torpe y no he conseguido mandarte comentarios. Eres 1crack! Ahora q sé, t escribiré todo lo q pueda. Sergio Barba
ResponderEliminarNamasté Tio Molo, yo tampoco te reñiré.... PERO COMO SE TE OCURRE BEBER AGUA NO EMBOTELLADA????
ResponderEliminarya veo que todo el mundo te comentan que por aquí lo de menos es el calor, pero todos haciendo una tangente!! pero si estas contando con tu paga de navidad, mas vale que no te la gastes.
Como sabes ya hablé con Fernando, tu coche estará al final de esta semana, iré por el en cuanto me avise.
Las fotos mejoran por días y tu relatos se me acaban antes.
ya espero el de mañana.
Cuídate y abrazo enorme.
jmsc
Bonitas fotos, bonitos relatos.
ResponderEliminarHe estado fuera varios días y no he podido seguirte, y volverá a pasar a partir de mañana, no obstante te leeré siempre que me sea posible.
Ya sé que estás por Rajastán. Espero que te cautive como lo hizo conmigo.
Saludos y que tu viaje continúe lleno de anécdotas inolvidables (en el buen sentido, claro)
¡Ah! ¡Cuidado con el agua!
Manolito toca el techo .... del Mundo!!!!!!!!
ResponderEliminarun abrazo cousin ;)